Retrospectiva Ana Poliak

El cine de Ana Poliak. La política en la intimidad

Han pasado más de dos décadas desde el estreno en 1995 de ¡Que vivan los crotos!, una película misteriosa e intempestiva en el contexto del cine argentino de fin de siglo. En aquel film ya se revelaba una peculiar sensibilidad para todo aquello que es expulsado del orden social. El linyera del film inicial, los personajes de la magnífica La fe del volcán y los hombres que siempre permanecen en fuera de campo en el bowling de la notable Parapalos son las criaturas del sensible universo de Poliak, una cineasta que como pocas ha sabido combinar en su cine la prepotencia de la Historia y la endeble intimidad, vulnerable frente a todo.

Entre tantos momentos inolvidables en el cine de Poliak está aquel que apenas dura unos segundos y que compendia una poética. El joven que llegó del interior y empezó a trabajar en el bowling sueña que se escapa. La subjetiva es tan visceral como fugaz, pero el carácter de urgencia de ese plano es reconocible por cualquier hombre o mujer que haya sentido el apremio de la supervivencia. En esos segundos se siente toda una obra. (RK)