Una poética de la cotidianeidad, eso define el cine del singular realizador de Belo Horizonte. ¿En qué consiste algo así? En principio, en reconocer un principio de ficción que anida en los actos cotidianos. De estos se pueden extraer nudos existenciales, fantasías eróticas, situaciones cómicas y preocupaciones sociales que ponen en marcha todo relato, trastocando en ocasiones los límites existentes (y necesarios) entre la ficción y el documental. (Roger Koza)
